LA MATANZA DE TEXAS
¿Quién era Ed Gein?
Este asesino fue bautizado como “El carnicero de Plainfield” y fue condenado por haber cometido crímenes entre 1954 y 1957. ¿De qué se le acusó? Del asesinato de dos mujeres. Además de macabras acciones que consistían en desenterrar cadáveres del cementerio para, atentos, crearse un traje y decorar su casa con partes de los cuerpos.
¿De decoración? Te preguntarás. Esta terrible costumbre pudieron
comprobarla los dos policías que acudieron a casa de Ed Gein para
arrestarlo como sospechoso de la muerte de una mujer desaparecida.
Cuando llegaron al hogar de Gein, éste parecía no estar en casa, pero tenían permiso para entrar en su morada y así lo hicieron.
Entrar en la casa de Ed Gein y…
Salir despavoridos. Lo que vieron en aquella casa ocuparía sus peores pesadillas para siempre. Parte del mobiliario del hogar de Gein estaba hecho con huesos y piel humanos. Algunos cráneos estaban situados en la cocina, como cuencos y en otras partes de la casa, como ceniceros. También había huesos humanos que servían de mango para los cubiertos. Las lámparas, algunas máscaras (¡ah, Leather Face!) y piezas de ropa estaban hechos de piel humana,
igual que el forro de las sillas. Lo que más impactó a estos dos
oficiales fue encontrar lo que creyeron que era un cuerpo de ciervo
colgado para ser despedazado y que resultó ser el cuerpo de la mujer de cuyo asesinato se culpaba a Ed Gein. Más tarde encontrarían la cabeza de la mujer guardada en una bolsa.
Gein no pareció a los policías un asesino común. No sólo había matado a sus víctimas, sino que había todo un ritual detrás de su comportamiento. Conservaba partes del cuerpo, desenterraba cadáveres
para tomar piezas de los mismos y tenía restos de carne humana en una
sartén. Todo esto les llevó a pensar que quizá Gein había incluso
practicado canibalismo (lo cuál lo convertía en un personaje todavía más
demente) y que podía haber alguna razón (que no justificaba nada) que pudiera haber llevado al asesino a tales prácticas.
Cuando encontraron a Gein
Gein reconoció el asesinato de la primera mujer que buscaban y también el de otra chica que había desaparecido tres años atrás. ¿Por qué había cambiado su forma de actuar si hasta el momento parecía haber estado únicamente profanando tumbas?
Al parecer Gein confesó que estas mujeres tenían las mismas proporciones que su madre y que se había sentido incapaz de esperar a que murieran para terminar su proyecto.
¿A qué proyecto se refería? Te preguntarás. Gein decía echar tanto de menos a su madre que estaba creando un traje con piel femenina (incluidos pechos y genitales) para parecerse más a ella (te suena de algo? “El silencio de los corderos”, ¿quizá?).
Su traje estaba casi terminado y para cuando las conoció estaba empezando a llegar a la conclusión de que la piel muerta no era suficientemente flexible.
Quería convertirse en su madre y estaba completando un vestido de piel
para conseguirlo. De hecho, reconoció haber paseado con este traje
durante algunas noches.
Usaba sal como forma de
preservación, así como papel para rellenar las pieles y evitar que se
secasen demasiado. Hasta el momento de los asesinatos, Gein “se
limitaba” a estar atento a las muertes de mujeres que ocurrían en los
alrededores, para acudir lo antes posible al cementerio y recuperar sus
cuerpos.
Tras su detención se le diagnosticó esquizofrenia.
Murió en un psiquiátrico una década después de ser arrestado. Como ves,
Gein no usaba una sierra mecánica, no obstante sí que llevaba una máscara de piel y desenterraba cadáveres. Además de tener una casa decorada muy macabramente.
¿Adivina qué parte de la casa no tenía esta terrible decoración? La
habitación de la difunta madre de Gein, que permanecía intacta.
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