EL PSIQUIÁTRICO DE CHESTE.
Cae la noche y en los pasillos de un recinto se oyen gritos entre
sus paredes, concretamente en sus habitaciones. Gritos de niños que son
enfermos mentales, disminuidos y que no son aceptados por una sociedad
anclada en la dictadura. Algunas de esas paredes son testigos directos
de los chillidos, locura e histeria producida por los pequeños enfermos
allí recluidos. La mayoría de las habitaciones solo disponen de una cama
y la soledad hace aún más pesada la carga mental y la enfermedad que
padecen, abandonando a los enfermos en la más absoluta dejadez psíquica a
pesar de la medicación y tratamiento que reciben. Muchos de ellos serán
aquí olvidados y pasarán el resto de sus días encerrados y alejados de
una sociedad, en parte, que los ignora y los repudia…
Situado en plena montaña, uno puede
contemplar el pueblo de Cheste desde sus ruinas rodeadas de campos de
naranjos. Construido en los años 60, en tiempos del Franquismo (según
unas fuentes), albergó a cientos de menores con deficiencias mentales,
enfermos que por aquel entonces no tenían cabida en una sociedad
reprimida y llena de tabúes. Los lugareños aseguran que el centro fue construido después de la transición y que no albergó horror alguno,
a pesar del siniestro estado en el que hoy se encuentra. Un centro
donde se aislaba a los enfermos en habitaciones, que en la mayoría de
ocasiones disponían de una ventana o mirilla para que los trabajadores
observaran a los pacientes a través de la puerta.
A pesar de ello, uno no puede imaginar
jamás las atrocidades que se pudieron cometer en un centro del que pocos
datos se pueden obtener y del que para visitar hay que pedir permiso al
Ayuntamiento al ser una propiedad privada municipal. Lejos del horror
que pudo haber entre las paredes del complejo, las ruinas muestran el abandono de las instalaciones tras su cierre,
con documentos aún presentes por el suelo, instrumental y otros objetos
entre los escombros, además de las extrañas bañeras altas que albergan
los baños, a pesar de que estas sean habituales para poder bañar a
personas con problemas de espalda u otros motivos.
A escasos metros se ve lo que parecen
los cimientos de una ampliación del mismo centro que nunca llegó a
terminarse, abandonándose de la misma manera y en el mismo estado que La
Humanitat: en ruinas. No hemos podido saber si esto que se construyó
fue una ampliación u otro centro que nada tuvo que ver.
Abandonado en torno al año 2000 para su traslado a otro centro, y en el que hubo un incendio años atrás
(según fuentes ocurrió antes de su cierre, aunque lugareños dicen que
ocurrió después), la soledad que se cierne por sus instalaciones es la
nota predominante. Y es que se puede sentir el terror en la piel de que algo “oscuro” habita entre aquellas paredes
sin ventanas y llenas de pintadas en su interior, algunas de ellas con
mensajes espeluznantes, avisando al visitante de que no siga por sus
pasillos llenos de ladrillos hechos picadillo.Según cuentan, el incendio fue provocado por una interna del hospital y que en plena locura, acabó con la vida de varios pacientes internos del centro; otros relatan que el incendio fue causado de manera accidental
y nada tuvo que ver y ocurrió con su cierre ya hecho. Lo cierto es que
indagando en la prensa de época o en hemerotecas virtuales, no se
encuentra apenas información, como si alguien hubiera querido enterrar
la noticia sin más y dejara para el misterio y la imaginación las
investigaciones de los cientos de personas que hasta allí se han
desplazado para realizar estudios de actividad paranormal.Un lugar tétrico, oscuro y lleno de misterio, que fue construido durante
el Franquismo y tuvo que ser cerrado, pero en el que también se puede
saber que no fue construido durante esa época si no años más tarde,
según gente del pueblo. Un lugar en el que a día de hoy las prácticas satánicas, Ouija y otras artes oscuras están presentes quizá debido al siniestro ambiente que se respira a pesar de su
silencio y abandono, y donde estudiosos de la materia parapsicológica
siguen aún intentando recoger psicofonías, algunas de ellas con éxito. A continuación os dejamos un adjunto de un blog de investigación
paranormal de unos aficionados que pudieron visitar el lugar y dejar sus
sensaciones plasmadas para todo aquel que quiera ver lo que pudieron
sentir.
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